Los pasajeros a bordo del vuelo 1822, que partió desde la Ciudad de Buenos Aires, experimentaron el impacto del rayo mientras el avión estaba en ascenso. Según relató un testigo, el estruendo en el ala derecha y la visión de una luz generaron preocupación entre los ocupantes, quienes inicialmente temieron por el estado del motor. No obstante, la aeronave continuó su trayectoria en ascenso.
Posteriormente, el capitán informó a los pasajeros que habían sido impactados por un rayo, asegurando que no existía ningún riesgo para la tripulación ni la aeronave.
Al aterrizar en Comodoro Rivadavia, se observó a los técnicos de Aerolíneas examinando el ala derecha del avión. A pesar del incidente, se confirmó que no hubo más que un susto durante el vuelo.