A raíz de las medidas preventivas sugeridas por la Policía provincial, los integrantes del Tribunal de Juicio en lo Criminal dispuso controles en los edificios de Tribunales para garantizar la seguridad. El debate es sin público y solamente se permite la presencia de los medios de prensa.
Los miembros del Tribunal también coordinaron con las autoridades del Servicio Penitenciario todas las medidas posibles, con el fin de poder garantizar la seguridad, a la hora del traslado de los detenidos, como así también a lo largo de todo el proceso, incluso dentro de la propia Unidad de Detención.
El proceso tiene a Ariel Pinno como fiscal a cargo de la acusación, mientras que la familia de Perpetto nombró al abogado Francisco Ibarra para ser parte querellante. La defensa de Badilla y su hijo está a cargo del abogado particular, Alejandro de la Riva, mientras que los demás acusados son asistidos por el Defensor Oficial, Eduardo Tepedino.
Antecedentes del caso
De acuerdo a lo que se pudo determinar en la instrucción de la causa, durante la madrugada del sábado 8 de octubre Víctor Perpetto y Nahuel Roth llegaron a la casa de Alejandro Badilla, en calle 20 de junio al 700, en el Barrio Profesionales, donde estaban Gastón Badila, y Diego Leonardo Moral.
En el lugar se originó una discusión relacionada con drogas, la que derivó en una pelea que terminó con la muerte de Roth y Perpetto, cometidas con un arma calibre 9 milímetros, la cual nunca apareció. Según la pericia balística, las víctimas fueron prácticamente ejecutadas, sin que pudieran defenderse, por ello la calificación del caso como “homicidio doblemente agravado por alevosía”.
Del informe forense se desprende que Perpetto y Roth fueron prácticamente ejecutados, porque el primero tiene un disparo certero en la cabeza y el segundo tiene cuatro heridas de bala, dos de ellas efectuadas en el pecho, a muy corta distancia.
Tras los asesinatos, los homicidas decidieron deshacerse de los cuerpos, llevándolos en el baúl de un auto hasta un descampado ubicado detrás del comercio mayorista Diarco, donde existen escombros. Allí fueron encontrados los restos de Roth y Perpetto, con bolsas de residuos negras que les cubrían el rostro.
En el caso también se lo hace participe a Manuel Guerrero, quien en primera instancia negó haber estado cuando sucedieron los hechos, pero admitiendo que si participó en las maniobras para sacar los cadáveres de la vivienda. Sin embargo, pericias balísticas lo incriminan como uno de los que activó un arma de fuego para cometer los crímenes.