De esta manera, se ilusionan con repetir la tendencia de los últimos meses, cuando prácticamente no hubo temporada baja por la alta demanda en destinos nacionales, que registraron una ocupación de entre el 60% y el 90% en los mejores días, especialmente los fines de semana largos.
Por un lado, inciden en las expectativas del sector el anuncio de que habrá quinta edición de PreViaje. Pese a que desde el Gobierno habían informado que la cuarta versión del programa podría ser la última, desde el Ministerio de Economía y la cartera de Turismo y Deportes de la Nación confirmaron que habrá una próxima oportunidad para quienes quieran viajar por el país y recibir un 50% de devolución por los consumos (y del 75% en el caso de afiliados a PAMI).
Si bien todavía no están confirmadas las fechas, se estima que aplicará para viajes en septiembre y octubre. Teniendo en cuenta que se prevé que las condiciones serán las mismas que en ediciones anteriores del programa, las compañías esperan aprovechar el interés que genera la iniciativa para incentivar las ventas en un escenario en el que, igualmente, no pueden aumentar significativamente la oferta de asientos dada la limitada capacidad con la que actualmente operan.
Es que tanto Aerolíneas Argentinas como las low cost Flybondi y JetSmart, y Andes Líneas Aéreas -que acaba de retomar su actividad con vuelos charter- tienen previstas entregas de aviones en un contexto global en el que los fabricantes sufren demoras y los lessors tienen alta demanda -y varias propuestas- para alquilar sus naves.
Las aéreas esperan aprovechar el interés que genera PreViaje 5 para incentivar las ventas de vuelos domésticos.
En ese sentido, ya con una alta ocupación en las rutas preferidas de los argentinos, las aéreas se las ingenian para aumentar las frecuencias de vuelos y promocionar ciertos destinos para aprovechar la mayor demanda de PreViaje. Por caso, cuando se abrió la venta de la cuarta edición en abril, Aerolíneas tuvo el doble de reservas comparado a una semana habitual.
A PreViaje 5, se suma el acuerdo de Precios Justos al que suscribieron las cuatro aéreas antes mencionadas que operan en el mercado interno. Se comprometieron a no subir más de un 4% mensual los vuelos de cabotaje por 120 días, entre el 1° de agosto y el 30 de noviembre. Los precios que se tomarán de referencia son los vigentes al 31 de julio y este entendimiento aplica para las tarifas que definen las aerolíneas, es decir, el valor de base del pasaje sin los agregados de tasas e impuestos que cobran organismos estatales o aeropuertos.
Así, las empresas se comprometieron a potenciar a la industria, que registró un récord desde 2019 tras las flexibilizaciones sanitarias por el Covid-19 y espera terminar 2023 con 16 millones de pasajeros transportados y alcanzar los 40 millones en los próximos cuatro años.
Precios Justos representa una oportunidad para las aerolíneas de seguir creciendo con el turismo interno.
Lejos de interpretar como una molestia a la imposibilidad de aumentar los precios al ritmo de la inflación o por encima -en lo que va de 2023, el índice de precios al consumidor (IPC) informado por Indec no bajó del 6% mensual-, las aéreas entienden que este 'esfuerzo' representa una oportunidad para seguir creciendo no solo con los turistas locales que quieren redescubrir el país luego de la pandemia, sino también de la mano de extranjeros que visitan la Argentina, atraídos por la brecha cambiaria.
Exceptuando los mayores precios que se dan por motivos relacionados a la lógica del sector -como la compra de vuelos a horas de viajar, lo que eleva el costo del aéreo-, en la industria aseguraron que en estos meses las tarifas de cabotaje se ajustaron por debajo de la inflación; con lo cual, el comportamiento definido en Precios Justos está en línea con la dinámica por la que ya se rigen.
Al respecto, desde Flybondi señalaron que "para el formato low cost es una medida totalmente adaptable y alineada al modelo de negocio, aún en entornos desafiantes como el actual", y agregaron que "la empresa sigue comprometida con el objetivo de que cada vez más argentinos puedan viajar en avión".
Congelar el precio ahora para pagar y viajar después es un comportamiento que esperan que aumente las ventas de vuelos.
Por otro lado, la incertidumbre macro en la cuenta regresiva para las elecciones también generaría un impacto positivo en las ventas. Aunque las últimas medidas económicas no afectan directamente al turismo emisivo, frente a nuevos saltos del dólar -en julio, el blue avanzó $ 60-, esperan que los consumidores se vuelquen a comprar más viajes por el país que al exterior.
Además, como ocurrió otros años en la previa electoral, más turistas querrán congelar precios. Una alternativa es comprar ahora -momento en el que a muchos clientes bancarios ya les cerró la tarjeta de crédito-, fijar el precio del vuelo y pagar en pesos recién después de las PASO. A eso se suma la posibilidad de financiarse en cuotas, a diferencia de viajes en el extranjero.
Al respecto, Matías Mute, fundador de la plataforma Promociones Aéreas y especialista en búsqueda de oportunidades para viajar, consideró que "toda medida que fomente que más argentinos puedan volar es una buena noticia". "Solo el 7% de los argentinos viaja en avión. Por ejemplo, un vuelo a Bariloche en 2022 costaba $ 43.000 y hoy sale $ 53.000, lo cual muestra que la inflación fue superior en el periodo. Esto puede incentivar a que más turistas se decidan a vacacionar en el país en lo que resta del año y las vacaciones de 2024", concluyó.
Fuente: EL CRONISTA