La central Jorge Cépernic será una de las dos represas que conformarán el aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz, en la provincia homónima.
“Las dos turbinas se despachan desde Shangai y hay una fecha probable de arribo a Punta Quilla para la primera quincena de octubre aunque esto es muy cambiante, porque depende de muchos factores y logística”, informaron a Télam fuentes de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) que integran la firma china Gezhouba Group Corporation, Eling Energía S.A. e Hidrocuyo.
El exvicepresidente y exaccionista de Electroingeniería, Gerardo Ferreyra, lo detalló en un mensaje publicado en su perfil de la red social Twiter.
“Previo a la Cumbre de los BRICS, una asociación económica basada en la cooperación a la cual Argentina se incorporará con pleno derecho, la República Popular China decidió enviar las 2 grandes turbinas que completan la dotación de la Central Hidroelectrica Jorge Cepernic en la Patagonia Austral”, señaló el empresario acompañado por un video del traslado en camión de los generadores hidroeléctricos hacia el puerto chino.
“Arribarán en 60 días”, acotó Ferreyra.
Según Ferreyra “en diciembre comenzarán a llegar las turbinas de la Central Hidroeléctrica Néstor Kirchner para completar 1.400 MW de potencia instalada para generar energía limpia y soberana”.
La primera de las tres turbinas con las que será equipada la represa Jorge Cépernic, ubicada cerca de la localidad de Comandante Luis Piedra Buena, llegó a fines de 2022.
Según fuentes empresarias, está programado que en 2024 comience a llegar al país la dotación de cinco turbinas que estarán destinadas a la represa Néstor Kirchner, ubicada a unos 120 kilómetros de El Calafate, el segundo emprendimiento de insfraestructura que se lleva adelante.
El aprovechamiento hidroeléctrico del río Santa Cruz tendrá una potencia instalada de 1.310 MW, de los cuales 360 MW corresponderán a la central Jorge Cepernic, y 950 MW a la represa Presidente Néstor Kirchner.
Según las proyecciones, la generación de energía hidroeléctrica permitirá un ahorro anual de 1.500 millones de dólares por sustitución de importación de combustibles líquidos.