A través del Decreto 112/2023, publicado este martes en el Boletín Oficial, Alberto Fernández derogó el Decreto N° 602 del 30 de agosto de 2019, mediante el cual se había autorizado a TAM Linhas Aéreas S.A. a explotar servicios regulares internacionales de transporte aéreo de pasajeros, carga y correo, utilizando aeronaves de gran porte, en las rutas: San Pablo - Islas Malvinas - San Pablo; San Pablo - Córdoba - Islas Malvinas - San Pablo y San Pablo - Malvinas - Córdoba - San Pablo.
La necesidad de aumentar la frecuencia de los vuelos a las Islas había surgido de un reclamo de los mismos isleños, que buscaban poder tener mayor contacto con el continente, y debido a que los vuelos a Londres son muy costosos. Mientras que para el Gobierno argentino significaba un plan para acercar a los isleños con la Argentina, sin renunciar al reclamo de soberanía.
Mediante el mencionado decreto “se autorizó a la referida empresa de bandera brasileña, por motivos de interés general, el ejercicio de derechos de tráfico en los tramos de cabotaje Córdoba - Islas Malvinas e Islas Malvinas - Córdoba”. La operatoria se enmarcó en el “Acuerdo sobre Transportes Aéreos Regulares entre el Gobierno de la República Argentina y el Gobierno de los Estados Unidos del Brasil”, aprobado por la Ley N° 13.920, el Acta Final de la “XVIII Reunión de Consulta sobre Servicios de Transporte Aéreo entre BRASIL y ARGENTINA” del 22 de marzo de 2001 y el “Acta de la Reunión de Consulta entre Autoridades Aeronáuticas de la REPÚBLICA ARGENTINA y de la REPÚBLICA FEDERATIVA DEL BRASIL” del 19 de octubre de 2006, “que constituyen el marco bilateral que rige las relaciones aerocomerciales entre ambos países”, explicó el Poder Ejecutivo.
En aquella oportunidad se había acordado un vuelo semanal del aeropuerto internacional de Guarulhos, en San Pablo, Brasil. Que una vez por mes hagan la escala -a la ida y a la vuelta- en el Aeropuérto Ambrosio Taravella, en Córdoba. Mientras que en Malvinas se dispuso el aterrizaje en el Aeropuerto Internacional de Mount Pleasant, en la Isla Soledad, ubicada a 60 kilómetros de Puerto Argentino, la ciudad capital.
El citado servicio aéreo comenzó a operar en noviembre de 2019 y luego fue suspendido en marzo de 2020. En este marco, en el decreto que lleva las firmas del Presidente, del canciller Santiago Cafiero y del ministro de Transporte, Diego Giuliano, el Gobierno de Alberto Fernández explicó que “la prioridad” en lo relativo a la política nacional de conexión aérea con las Islas Malvinas “es la reanudación de los vuelos regulares directos desde el territorio continental argentino, y en razón de ello se ha decidido dejar sin efecto la autorización concedida por el citado Decreto N° 602/19″. “Ello teniendo, asimismo, en especial consideración que en oportunidad de acordarse lo referidos servicios aéreos, también se acordó que los mismos serían mantenidos bajo revisión”, aclaró el Poder Ejecutivo.
Semanas atrás el Gobierno logró restablecer vuelos a Malvinas desde Punta Arenas, Chile, con escala mensual en Río Gallegos, una ruta que había sido suspendida durante la pandemia de COVID-19.
Así lo había anunciado Guillermo Carmona, secretario de Malvinas, Antártida y Atlántico Sur en la Cancillería Argentina: “El gobierno argentino logró se restablezca el vuelo Punta Arenas-Río Gallegos-Malvinas a pesar de la reticencia británica, propuso vuelos directos Malvinas-territorio continental argentino y dejó sin efecto el vuelo a San Pablo que comprometió Foradori sin aval del Congreso”.
“Seguiremos propiciando un vínculo efectivo y constructivo entre Malvinas y el territorio continental argentino en favor de todos los que habitan nuestro suelo”, manifestó en aquella oportunidad el funcionario