El acuerdo que el gobierno argentino decidió interrumpir fue firmado en 2016 por los entonces vicecancilleres de los dos países, el argentino Carlos Foradori y el británico Alan Duncan, quienes rubricaron una declaración conjunta en la que se buscaba mejorar la relación bilateral y “remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las Islas Malvinas”, entre otros aspectos diplomáticos.
Ese convenio que selló la administración de Mauricio Macri fue rechazado desde un primer momento por los referentes del Frente de Todos, porque entendían que realizaba concesiones a los intereses británicos respecto de la explotación de los recursos naturales argentinos en la región y retrocedía notablemente en el reclamo por la soberanía.
En ese contexto, en el encuentro que se produjo hoy en Nueva Delhi, el canciller Cafiero le notificó el fin del acuerdo a su par británico, James Cleverly, y le propuso reiniciar la discusión por la soberanía de las Islas Malvinas.
La idea del gobierno argentino es realizar una primera reunión entre ambos países en la sede la ONU, en la ciudad de Nueva York. Esto es por ahora una intención que no tiene fecha ni sede confirmada.
Un acuerdo polémico
El pacto “Foradori - Duncan” generó un enorme revuelo cuando se firmó y volvió a ser noticia el año pasado, luego de que se conociera un extracto de las memorias del diplomático británico, quien relató que en una negociación que en 2016 tuvo en Argentina sobre la concesión de vuelos adicionales al archipiélago del Atlántico Sur, su par argentino estaba “borracho”.
La información estalló en Buenos Aires y provocó la reacción de Foradori: “Los dichos sobre mi persona son de una falsedad absoluta y jamás en 40 años he tenido un comportamiento profesional que estuviese dentro de la moral y el decoro profesional”, respondió el ex vicecanciller, quien aseguró que en la reunión de la polémica sólo se hablaron cuestiones generales.
El encuentro de la polémica se llevó a cabo tuvo lugar el 12 de septiembre del 2016 en la residencia de la Embajada Británica en Argentina. Allí, Duncan se encontró con Foradori para negociar una comunicación en torno a acuerdos de tránsito aéreo y vínculos comerciales en las Islas. El diplomático británico narró detalles de una cena en su libro de memorias, titulado In the Thick of It: The Private Diaries of a Minister.
“Bajo la residencia hay una fabulosa bodega, muy bien iluminada, con las paredes forradas de botellas de Merlot. El escenario es muy agradable para una reunión y nos juntamos ahí con Carlos Foradori, el viceministro de Asuntos Exteriores”, comenzó el relato de Duncan. Y agregó: “A medida que una botella tras otra iba pasando de la pared de la bodega a la mesa, las negociaciones mejoraban. A eso de las 2 de la mañana nos dimos la mano con un acuerdo general”.
La gravedad de la confesión provocó la reacción de la Cancillería que hoy encabeza Cafiero, que decidió iniciar una investigación para determinar lo que realmente sucedió.
En medio del revuelo, Foradori aseguró que fue “un comunicado de prensa que incluyó gran cantidad de temas como Derechos Humanos, G20, OCDE, desarrollo, cooperación, defensa, refugiados y otros temas más además de la cuestión Malvinas involucra a muchos funcionarios y eso no puede elaborarse en una cena”.
“Estábamos todos y en un momento nos hacen bajar y ver la bodega, que realmente es impresionante, y estuvimos ahí. Después seguimos con el evento, que no tenía carácter de conversaciones sobre el tema más que algo general. Ahí no se va a negociar una cantidad de temas que abarcaron todo el marco de la relación bilateral en su conjunto”, relató a Radio Mitre el ex funcionario argentino.
En ese momento, Infobae contactó sobre el tema a Mark Kent, quien era embajador británico en la Argentina: “Mi recuerdo es que aquella noche Carlos Foradori sólo tomó agua y no vi a ningún miembro de la delegación argentina en estado de ebriedad”.
Fuente: Infobae