
El documento recuerda que la disputa debe resolverse conforme a los principios de la Carta de Naciones Unidas y a las resoluciones pertinentes, destacando además la buena predisposición de la Argentina para dialogar y el rol de buenos oficios encomendado al Secretario General António Guterres por la Resolución 37/9.
La declaración también rechazó toda actividad unilateral vinculada a la exploración y explotación de hidrocarburos en las áreas en disputa, y reafirmó el derecho de la Argentina a emprender acciones legales en defensa de sus recursos naturales de conformidad con el derecho internacional. Con 134 países respaldando este pronunciamiento, se trata de un apoyo contundente a la postura argentina en la arena multilateral.
El especialista Facundo Rodríguez destacó en redes sociales que este respaldo constituye “un llamado firme a la solución de la disputa de soberanía, único camino reconocido por las Naciones Unidas para poner fin a la especial y particular situación colonial por la que discurre la Cuestión Malvinas”.
Continuidad de la política exterior argentina
La Cancillería argentina ha insistido en que la Resolución 2065 mantiene plena vigencia, dado que reconoce la existencia de una disputa de soberanía y alienta a las partes a alcanzar una solución pacífica y negociada. Este nuevo pronunciamiento del G77+China fortalece la estrategia diplomática de Buenos Aires, que busca mantener la cuestión Malvinas en la agenda internacional pese a la negativa del Reino Unido a dialogar.
En paralelo, el Reino Unido ha profundizado acciones que Argentina considera contrarias al derecho internacional, como la realización de ejercicios militares en Malvinas, la promoción de actividades hidrocarburíferas en el yacimiento Sea Lion y políticas culturales que refuerzan la ocupación. Frente a ello, el apoyo del bloque del sur global representa un elemento clave en la construcción de legitimidad internacional para el reclamo argentino.