
En dialogo con la agencia Noticias Argentinas, Dueñas definió la amistad como un lazo afectivo basado en la confianza, el respeto, el apoyo mutuo y la elección genuina, más allá del parentesco o la obligación: “Una verdadera amistad te hace sentir seguro, escuchado y valorado, incluso en las diferencias”.
Desde el psicoanálisis, la profesional aseguró que los amigos funcionan como espejos que reflejan partes ocultas de nuestra historia emocional: “Elegimos amigos no solo por lo que son, sino por lo que nos hacen sentir inconscientemente”. Además, agregó que muchas veces proyectamos en ellos deseos, frustraciones o recuerdos vinculados a figuras de nuestra infancia.
Cuando una amistad deja de ser sana, aparecen señales claras como el desgaste emocional, la manipulación, las críticas destructivas o una relación desbalanceada donde uno da mucho más de lo que recibe.
En esos casos, Dueñas recomendó revisar qué patrones del pasado podrían estar repitiéndose: “A veces buscamos amigos que nos hacen daño porque nos recuerdan dinámicas afectivas que vivimos de chicos”, advirtió.
Al ser consultada sobre la posibilidad de enamorarse de un amigo, la profesional manifestó que no es raro que surja el deseo en ese contexto, pero explicó el riesgo de idealizar a la otra persona: “Antes de confesar un sentimiento, es clave preguntarse si me gusta la persona real o la idea que tengo de ella”.
Asimismo, la psicóloga se refirió al dolor que implica soltar una amistad importante, por lo que añadió: “El duelo es inevitable porque no solo se pierde a la persona, sino también lo que representaba en la vida de uno. Alejarse de alguien que fue importante duele, incluso cuando sabemos que es lo mejor”.
Finalmente, sugirió reconocer lo que se pierde, aceptar el dolor y reconstruirse en nuevos vínculos o espacios personales: “El dolor no es eterno, pero mirar hacia adentro ayuda a sanar”, concluyó.
Fuente: Noticias Argentinas