sábado 05 de julio de 2025 - Edición Nº4690

Provinciales

MATRIZ PRODUCTIVA

La Acuicultura Moderna: podría convertirse en una actividad sostenible en Tierra del Fuego

4 jul 2025 | Pese a algunos cuestionamientos de algunos sectores, también hay voces e indicios de que la acuicultura bajo técnicas modernas pueda convertirse en una actividad sostenible tomando los recaudos necesarios.



Pese a las voces contrarias, en la Argentina existe un enorme potencial para el desarrollo de la acuicultura a gran escala con vistas a abastecer el mercado internacional y local. De los 8 países más grandes del mundo, Argentina es el único que no ha desarrollado una industria acuícola de tamaño significativo.

El dato de la producción acuicula en los mares del sur no se resume ni se riccunscribe solamente a las latitudes fueguinas. De hecho los keslpers, quienes ocupan el territorio argentino en Malvinas, analizan el llamado a una consulta popular para instalar en la zona granjas para la cría de salmones. 

Pero quienes se muestran a favor, aseguran que Tierra del Fuego, con sus costas prístinas y aguas frías, posee un potencial inmenso para el desarrollo de una acuicultura sostenible y moderna, que no solo impulse la economía local, sino que también se alinee con las mejores prácticas internacionales. Lejos de la imagen de una industria extractiva, la acuicultura actual se basa en principios de respeto ambiental, innovación tecnológica y bienestar animal.

También están quienes aseguran que la cría de salmones va a contramano del cuidado del medioambiente ya que podría resultar una actividad que dañe el ecosistema marítimo afectando a otras especies. A pesar de ellos hay legisladores en Tierra del Fuego que insisten con que la actividad se puede realizar de manera sustentable y monitoreada con teconología que evitaría efectos negativos en el medio ambiente. 

Ventajas Estratégicas para Tierra del Fuego

La implementación de una acuicultura responsable en la provincia ofrece múltiples beneficios:

 

  • Generación de Empleo y Desarrollo Regional: La acuicultura es una actividad intensiva en mano de obra, creando puestos de trabajo directos e indirectos en diversas áreas como la producción, procesamiento, investigación, logística y servicios. Esto puede significar una importante fuente de empleo para las comunidades costeras de Tierra del Fuego, fomentando el arraigo y el desarrollo local.

 

  • Diversificación Económica: La provincia depende en gran medida de actividades tradicionales. La acuicultura representa una oportunidad para diversificar la matriz productiva, reduciendo la vulnerabilidad a las fluctuaciones de otros sectores y creando nuevas cadenas de valor.
  • Seguridad Alimentaria y Exportación: La producción acuícola puede contribuir a la seguridad alimentaria de la región, ofreciendo productos frescos y de alta calidad. Además, los productos del mar fueguinos tienen un gran potencial para la exportación, generando divisas y posicionando a Tierra del Fuego como un referente en productos acuícolas premium a nivel global.

 

  • Investigación y Desarrollo (I+D): La acuicultura moderna impulsa la investigación en áreas como la genética, la nutrición, la sanidad animal y el monitoreo ambiental. Esto puede fomentar la creación de centros de investigación y desarrollo en la provincia, atrayendo talento y generando conocimiento aplicado.

 

Condiciones naturales únicas en Tierra del Fuego

 

Tierra del Fuego es una de las pocas zonas del planeta que cuenta con un área de bahías y ensenadas protegidas, combinada con las temperaturas marinas adecuadas, que puede ser compatible con el desarrollo de una industria moderna y sustentable de cría de salmón. Las únicas otras zonas adecuadas que se explotan actualmente son partes del este de Canadá, algunas zonas de Islandia y zonas de la Rusia ártica.

 

  • Bahías y ensenadas profundas ofrecen protección natural contra el oleaje y los vientos: Si bien están protegidas, estas áreas no están estancadas, presentan corrientes moderadas que aseguran un recambio de agua constante, dispersando los efluentes y manteniendo la calidad del agua en los sitios de cultivo. Esto es crucial para evitar la acumulación de materia orgánica y la anoxia en el fondo, un problema común en sitios con poca corriente.

 

  • Temperaturas bajas y estables del Canal Beagle y las zonas costeras atlánticas: resultan en una ventaja técnica fundamental para el salmón del Atlántico (Salmo salar) y la trucha arcoíris (Oncorhynchus mykiss). Estas condiciones permiten un crecimiento lento y calidad de carne superior, mayor eficiencia en la Conversión de Alimento (FCA) y baja incidencia de patologías termodependientes que inhiben la replicación y dispersión de muchos patógenos y parásitos, reduciendo drásticamente la presión de infestación y la necesidad de tratamientos farmacológicos (antibióticos, antiparasitarios). Esto no sólo mejora la bioseguridad, sino que también reduce los costos operativos y el impacto ambiental. Las aguas frías retienen naturalmente más oxígeno lo que se traduce, también, en menores tasas de mortalidad y un mejor rendimiento.

Sostenibilidad y Buenas Prácticas Internacionales: Pilares Fundamentales

Es crucial entender que la acuicultura que se propone para Tierra del Fuego no es la del pasado, sino una acuicultura de vanguardia, construida sobre los pilares de la sostenibilidad y el apego a las buenas prácticas internacionales.

 

  • Tecnología de Punta: Se emplean sistemas de cultivo avanzados que minimizan el impacto ambiental, tales como jaulas de última generación que garantizan el bienestar de los peces y una baja huella ecológica. La monitorización constante de parámetros ambientales y el uso de energías renovables son también componentes clave.
  • Gestión Ambiental Rigurosa: Las operaciones acuícolas modernas están sujetas a estrictas regulaciones y certificaciones internacionales (como ASC, BAP) que garantizan el respeto por los ecosistemas marinos. Esto incluye el monitoreo continuo de la calidad del agua, la prevención de fugas, la gestión responsable de residuos y la protección de la biodiversidad local.

 

  • Salud y Bienestar Animal: Se prioriza la salud y el bienestar de las especies cultivadas, implementando planes sanitarios robustos, dietas balanceadas y bajas densidades de siembra. Esto no solo es ético, sino que también resulta en productos de mayor calidad y un menor uso de medicamentos.
  • Trazabilidad y Transparencia: La cadena de valor de la acuicultura moderna es completamente transparente, permitiendo la trazabilidad desde el huevo hasta la mesa. Los consumidores pueden conocer el origen de los productos, los métodos de cultivo y las certificaciones obtenidas, generando confianza y valor agregado.
  • Participación Comunitaria: Un aspecto fundamental de las buenas prácticas es la inclusión y el diálogo con las comunidades locales. Los proyectos acuícolas deben ser consensuados y beneficiar directamente a los habitantes de Tierra del Fuego, integrándose armónicamente con las actividades económicas y culturales existentes.

En síntesis, la acuicultura representa una oportunidad estratégica para Tierra del Fuego, por supuesto desarrollado bajo un estricto compromiso con la sostenibilidad, la modernidad y las buenas prácticas internacionales. Esto no sólo garantizará la protección de sus valiosos recursos naturales, sino que también sentará las bases para un futuro económico próspero y diversificado para la provincia.

La acuicultura se considera sostenible cuando su desarrollo y operación logran un equilibrio entre la productividad, el impacto ambiental y la responsabilidad social, es decir, cuando produce alimentos acuáticos de manera eficiente, minimizando su huella ecológica y contribuyendo al bienestar de las comunidades involucradas.

¿Cuándo es sostenible la acuicultura?

 

Una acuicultura es sostenible si cumple con una serie de criterios interconectados:

 

  1. Mínimo impacto ambiental:
    • Calidad del agua: Control y tratamiento de efluentes para evitar la contaminación de los cuerpos de agua naturales con nutrientes, químicos o residuos. Esto implica sistemas de filtración avanzados y recirculación.
    • Manejo de residuos: Gestión adecuada de los desechos generados (lodos, redes en desuso, etc.).
    • Conservación del hábitat: Evitar la destrucción de ecosistemas sensibles (manglares, humedales, praderas marinas) para la instalación de granjas.
    • Baja huella de carbono: Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a través del uso de energías renovables y prácticas eficientes.
  2. Responsabilidad social:
    • Bienestar animal: Garantizar condiciones de vida adecuadas para los peces incluyendo espacio suficiente, buena calidad del agua y manejo del estrés.
    • Salud pública: Controlar el uso de antibióticos y otros productos químicos, asegurando que los productos sean seguros para el consumo humano.
    • Condiciones laborales justas: Proveer un entorno de trabajo seguro y digno para los empleados.
    • Participación comunitaria: Involucrar a las comunidades locales en la planificación y operación de los proyectos, asegurando que se beneficien y que se mitiguen los posibles impactos negativos.
  3. Viabilidad económica:
    • Eficiencia productiva: Lograr altos rendimientos con un uso optimizado de los recursos.
    • Rentabilidad a largo plazo: Ser económicamente viable sin depender de subsidios excesivos o prácticas insostenibles.
    • Trazabilidad: Asegurar la transparencia en toda la cadena de valor, desde el origen de la semilla hasta el consumidor final.

 

¿Por qué es el momento oportuno para el desarrollo acuícola en Tierra del Fuego?

La diferencia fundamental entre la acuicultura del pasado y la acuicultura moderna y sostenible radica en la evolución de la tecnología, el conocimiento científico, la conciencia ambiental y la regulación.

 

En el pasado:

 

  1. Falta de conocimiento: Había menos comprensión de los impactos ecológicos a largo plazo de ciertas prácticas.
  2. Enfoque en la producción masiva sin considerar el impacto: La prioridad era aumentar la producción a cualquier costo, lo que llevó a:

 

    • Contaminación: Descarga directa de efluentes ricos en nutrientes y materia orgánica, causando eutrofización y anoxia en los cuerpos de agua circundantes.
    • Uso excesivo de antibióticos: Para prevenir enfermedades en condiciones de alta densidad, lo que contribuía a la resistencia a los antibióticos.
    • Impacto en la biodiversidad: Escapes de peces cultivados que podían competir con las especies nativas o transmitir enfermedades. También, el uso de harina y aceite de pescado proveniente de pesquerías no sostenibles para alimentar a los peces carnívoros.
    • Destrucción de hábitats: Tala de manglares para construir estanques de camarón, por ejemplo.
    • Altas densidades de cultivo: Estresaba a los animales y los hacía más susceptibles a enfermedades.
    • Falta de regulación y monitoreo: Ausencia de normativas estrictas y de mecanismos de control para asegurar buenas prácticas.

 

¿Por qué ahora sí es posible la acuicultura sostenible?

  1. Avances tecnológicos:
    • Monitoreo y automatización: Sensores y sistemas inteligentes que permiten el control en tiempo real de la calidad del agua, la alimentación y la salud de los peces, optimizando la producción y minimizando el impacto.
    • Alimentos sostenibles: Desarrollo de dietas con menos dependencia de la harina y el aceite de pescado de origen silvestre, utilizando ingredientes alternativos como proteínas vegetales, algas o insectos.
    • Mejoras genéticas: Programas de mejoramiento para peces más resistentes a enfermedades y con mejores tasas de conversión alimenticia, reduciendo la necesidad de tratamientos y la cantidad de alimento.
  2. Conocimiento científico y conciencia ambiental:
    • Se ha comprendido mejor la complejidad de los ecosistemas acuáticos y los impactos de la acuicultura.
    • Hay una mayor demanda por parte de los consumidores de productos del mar producidos de forma sostenible.

 

    • La investigación continua permite desarrollar nuevas soluciones y prácticas.

 

  1. Marcos regulatorios y certificaciones:
    • Desarrollo de normativas nacionales e internacionales más estrictas.
    • Surgimiento de estándares y certificaciones de terceros (como el Aquaculture Stewardship Council - ASC, o Best Aquaculture Practices - BAP) que auditan y garantizan que las granjas cumplen con criterios de sostenibilidad ambiental y social.
    • La FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) ha desarrollado Directrices para la acuicultura sostenible que sirven de referencia global.

En resumen, la acuicultura ha pasado de ser una actividad mayormente artesanal o con un enfoque puramente productivo, a una industria en la que la innovación, la ciencia y la conciencia ambiental son fundamentales para su desarrollo. El compromiso con la sostenibilidad ya no es una opción, sino una necesidad para el crecimiento y la aceptación de esta importante fuente de alimentos.

¿Podemos disputarle mercado a Chile, hoy segundo productor mundial, con exportaciones por más de US$ 6.300 millones?.

    • Tierra del Fuego presenta características similares a Chile, quien logró posicionarse como el segundo productor mundial de salmón, después de Noruega. Con exportaciones que superaron los US$ 6.300 millones en 2024, el salmón es el segundo producto de mayor exportación para Chile, luego del cobre, y concentra el 17% de las exportaciones no mineras. Las exportaciones de salmón de Chile superan ampliamente a las exportaciones del complejo de carne y cuero bovinos de la Argentina, que en 2024 ascendieron a US$ 3.790 millones.

 

    • Chile, a su vez, desarrolló una cadena de valor en torno a la salmonicultura conformada por empresas privadas, en su mayoría proveedoras de insumos, materias primas, maquinarias y accesorios, que tienen relevancia en el proceso de agregación de valor a los procesos productivos. Hay unas 1.200 empresas dedicadas a la construcción de jaulas, proveedoras de alimentos, fabricación de redes, proveedoras de equipos e insumos para la producción en mar y procesos, insumos farmacéuticos y laboratorios, servicios logísticos, envases y embalajes, proveedoras de ovas, entre otras. Entre ellas se destacan también un conjunto de pequeñas y medianas empresas locales proveedoras del Clúster, las que se han incorporado facilitando el acceso directo a los insumos y servicios y, además, sustituyendo la importación de tecnologías. El 71% de las empresas proveedoras de la industria del salmón son de capitales exclusivamente chilenos.

 

    • No obstante, en los últimos años, Chile ha experimentado crecientes dificultades para expandir su producción por saturación y falta de zonas aptas.

En este contexto, cobra mayor relevancia las ventajas y la oportunidad que se le presenta a la Argentina, y en particular a Tierra del Fuego, para el desarrollo de una acuicultura sustentable de escala y calidad mundial.

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