
Son tres décadas de un modelo educativo “donde transitan casi 160 personas con discapacidad”, recordó Marcelo Saldivia, director del CAAD. El profesional afirmó que se vinculan “en red” con otras organizaciones de la Ciudad y la Provincia como escuelas especiales, de nivel primario y el CENT Nº 35, detalló.
En diálogo con la prensa, Saldivia compartió su felicidad y la del equipo que lo acompaña. Dicha satisfacción, se genera –indicó- a través del trabajo cotidiano con la comunidad de Río Grande.
No obstante, instó a las autoridades municipales y provinciales a plantear políticas de “inclusión plena para todas las personas con discapacidad”. En ese sentido ejemplificó que “si cada ciudadano observara el estado de sus veredas, todos podrían transitar sin dificultades”, alentó.
Asimismo, el responsable del CAAD, reconoció que la institución requiere de un espacio de mayores dimensiones: “Mi sueño es que tengamos un edificio más grande, donde todos los chicos puedan asistir”, insistió.
El CAAD, fundado en 1995, es una institución educativa no formal que opera en Río Grande para facilitar la inclusión social y laboral de personas con discapacidad. A lo largo de su trayectoria, ha impulsado diversas iniciativas destinadas a fortalecer la autonomía y la participación activa, consolidándose como un espacio de formación integral.
La distinción legislativa busca reconocer la labor de entidades vinculadas a la educación y la integración social. La entrega de la placa constituye un reconocimiento oficial a la trayectoria del CAAD y su contribución a la comunidad.
El evento se concretó en la Casa de la Cultura donde asistieron además la legisladora Gisela Dos Santos (ST) y el legislador Matías Lapadula (PG), funcionarios del Ministerio de Educación de Tierra del Fuego, comunidad docente, familias y referentes de la Ciudad.