
El Gobierno decidió suspender de manera temporal la medida hecha pública este martes que implicaba habilitar, después de 24 años de restricción, el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, una zona libre de aftosa sin vacunación, según aseguraron fuentes oficiales a Infobae. La resolución oficial fue cuestionada por productores y gobernadores y, en el Poder Ejecutivo aseguran que habrá un paréntesis de negociación para su implementación.
El Gobierno había tomado la decisión de permitir, tras 24 años de restricciones, el ingreso de carne con hueso a la Patagonia, una región libre de fiebre aftosa sin vacunación. Esta medida, oficializada a través de la Resolución 180/2025 del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), modifica normativas que desde 2001 prohibían el traslado de productos cárnicos desde zonas con vacunación hacia la región patagónica, con el fin de preservar su estatus sanitario. A partir de esta resolución, se establecían nuevas condiciones sanitarias que permiten el ingreso de carne y material genético de otras partes del país y del exterior, sin comprometer la seguridad de la región.
La flexibilización de estas restricciones se basa en estudios sanitarios realizados por el Senasa, que detectaron circulación viral de fiebre aftosa en el territorio nacional. De acuerdo con los análisis, la posibilidad de introducir el virus mediante el traslado de carne con hueso es mínima, lo que dio pie a la decisión. Además de esta flexibilización, se fijaron estrictas normativas de producción, procesamiento, empaque y transporte para garantizar que los productos cárnicos cumplan con los estándares sanitarios establecidos, alineados con las recomendaciones de la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA).
El gobernador rionegrino Alberto Weretilneck cuestionó con dureza la medida. “El Gobierno Nacional impone una resolución que destruye lo que miles de productores construyeron con esfuerzo durante dos décadas. La Patagonia es zona libre de fiebre aftosa sin vacunación gracias al trabajo de nuestros ganaderos y frigoríficos, pero ahora, desde un escritorio en Buenos Aires, un burócrata pretende borrar todo de un plumazo para favorecer a los grandes supermercados y exportadores”, mencionó en su cuenta de X.
“Nos quieren hacer creer que esta medida bajará el precio de la carne. Es mentira. Si realmente fuera así, la carne sin hueso que ingresa desde el norte tendría el mismo precio que en otras provincias, pero eso no sucede. Lo único que genera es el quiebre de frigoríficos, la pérdida de empleos y el cierre de establecimientos productivos”, cuestionó Weretilneck.
“Mientras tanto, los grandes importadores hacen negocios a costa de nuestra producción. Si el objetivo real es mejorar el estatus sanitario del país, la solución es clara: levanten la vacunación en todo el territorio nacional y tengamos un solo estándar sanitario. Destruir la barrera sanitaria de la Patagonia no es el camino. Río Negro no fue consultado. La Patagonia no fue consultada. Rechazamos este atropello y exigimos su inmediata revisión. No vamos a permitir que destruyan nuestro trabajo y nuestra sanidad. La Patagonia se defiende”, cerró el mandatario provincial.
En tanto, su par neuquino Rolando Figueroa, a través de la misma red social, anticipó esa suspensión por 90 días. “Tenemos que eliminar injusticias en la Patagonia, bajar el precio de la carne y proteger a nuestros productores. Vamos a mirar con atención la distribución de la rentabilidad dentro de la cadena de valor, para que en ese camino no se castigue al productor reconociéndole lo que vale, y eliminando los privilegios de algunos vivos, que perjudican con los precios de venta a la gente”, mencionó.
“Nuestro objetivo es reducir los precios de la carne, pero para lograrlo, no podemos comprometer el estatus sanitario que hemos alcanzado en nuestra región y debemos proteger a los productores que reciben muy poco, a pesar de haber cuidado durante 20 años dicho estatus”, completó.
Por su lado, Daniel Lavayén, productor ganadero de la misma provincia, aseguró en diálogo con Infobae: “La Patagonia al ser libre de aftosa sin vacunación está exportando a distintos lugares, esos acuerdos comerciales vinieron, revisaban todo y autorizaban los acuerdos para exportación. Esta medida fue tomada sin consulta y afecta el tema comercial, ahora esperamos una reunión”, aseveró.
Según fue presentada por el Gobierno, una de las principales razones detrás de esta medida fue la reducción de los altos precios de la carne en la Patagonia. Históricamente, los precios de los cortes vacunos en la región han sido significativamente más altos que en otras partes del país debido a la oferta limitada de carne local.
En zonas como el Alto Valle de Río Negro y Neuquén, el precio del asado superaba los $20.000 por kilo, mientras que en Buenos Aires se encontraba a $8.200 por kilo. El levantamiento de la prohibición se espera que incremente la oferta de carne en el mercado patagónico, lo que podría ayudar a reducir los precios y los costos asociados a la distribución de la carne en la región.
El impacto de esta medida también incluye la regulación para el ingreso de material genético a la Patagonia, como embriones y semen de bovinos, bubalinos y cerdos domésticos. Estos productos reproductivos deben cumplir con una serie de requisitos sanitarios, como provenir de animales libres de fiebre aftosa y haber sido vacunados según lo estipulado por el Senasa. Sin embargo, la resolución no habilita, por el momento, el ingreso de reproductores en pie a la región, lo que sigue siendo objeto de análisis.
Esta decisión del Gobierno también responde a un objetivo más amplio: fortalecer la competitividad del sector agroalimentario sin comprometer la bioseguridad. El Senasa ha destacado que las nuevas normativas buscan garantizar la seguridad sanitaria del país y, al mismo tiempo, facilitar el comercio de productos cárnicos dentro de la región, en un contexto donde la demanda y los precios están siendo factores determinantes en la economía local.
Infobae