El Gobierno de Chile firmó este jueves un acuerdo que reconoce a los herederos de Rafael Roe como legítimos dueños de terrenos en el sector del Aeropuerto Mataveri, en la Isla de Rapa Nui.
La firma fue encabezada por la ministra de Bienes Nacionales, Marcela Sandoval, y marca el inicio de la restitución de tierras, en un acto de reparación histórica y reconocimiento de derechos territoriales para la familia, que luchó durante más de 50 años por la devolución de estos terrenos.
“A pocos meses de asumir, el Presidente Gabriel Boric escuchó la demanda de la familia Roe y reconocimos, por parte del Estado de Chile, que ellos son los dueños legítimos de los terrenos donde se ubica el aeropuerto Mataveri. Hoy estamos cumpliendo con una reparación histórica”, destacó la Sandoval, garantizando además el funcionamiento normal y permanente del aeropuerto.
La restitución de tierras responde a una demanda histórica de los herederos de Rafael Roe, quienes durante décadas solicitaron al Fisco la devolución de los terrenos que albergan el aeropuerto de la isla.
Esta reivindicación fue respaldada por un informe histórico-cultural de 2020, elaborado por la Comisión de Desarrollo de la Isla de Pascua (Codeipa) y el Consejo de Ancianos.
A través de un comunicado, la actual administración detalló que, tras asumir el gobierno, el Presidente Boric inició el proceso, que culminó con la firma del acuerdo que incluye la entrega de dos paños de terrenos: uno en el sector El Gomero, de 2.980 m², y otro en el sector La Resistencia, de 4.700 m².
Además, se hizo entrega de las Actas de Radicación, que son el paso previo al título de dominio definitivo.
El Aeropuerto Mataveri es la principal y única puerta aérea de entrada para turistas y residentes en Rapa Nui, pero su ubicación dentro de un territorio ancestral en disputa ha limitado el desarrollo de sus instalaciones. Este conflicto no solo había paralizado inversiones, sino que también generaba incertidumbre sobre la conectividad aérea de la isla.
Fuentes cercanas al Gobierno han señalado que, como parte de este acuerdo, se evaluará la construcción de un nuevo aeropuerto en terrenos que no generen tensiones con la comunidad local. Este cambio busca responder a las necesidades de modernización y expansión del transporte aéreo en una isla cuya economía depende en gran medida del turismo internacional.