Después de varios años, regresó a Tierra del Fuego el yate de exploración Octopus, que pertenecía al cofundador de Microsoft Paul Allen.La imponente y lujosa nave, cuenta con características que lo distinguen de otras embarcaciones y cuesta 325 millones de dólares.
De acuerdo a los datos publicados por la Dirección Provincial de Puertos, el Octopus llegó el 26 de noviembre a las 2:15 y su partida está prevista para el 4 de diciembre a las 10:00 y tiene previsto navegar por el Cabo de Hornos y la Península Antártica, según trascendió.
Entre sus lujos destaca un hangar con capacidad para dos helicópteros, una gran piscina con fondo de cristal y un submarino, conocido como Pagoo, que puede albergar a 10 personas y fue crucial en el descubrimiento del naufragio del acorazado japonés Musashi de la Segunda Guerra Mundial, hallado a más de 300 metros de profundidad.
Este yate, diseñado por Espen Oeino International y con interiores de Jonathan Quinn Barnett, es un prodigio de la ingeniería naval. Su estructura incluye un muelle interno que permite que un submarino de 20 metros y una embarcación auxiliar ingresen al yate por la popa, quedando almacenados tras el bombeo del agua.
El Octopus cuenta con una velocidad máxima de 19 nudos y una autonomía de 7.125 millas náuticas, impulsado por ocho motores eléctricos diésel MTU. Con un tonelaje bruto de 9.932 GT y una manga de 21 metros, tiene capacidad para alojar hasta 26 invitados en 13 camarotes, atendidos por una tripulación de 63 personas.
Allen había adquirido el Octopus en 2003, momento en el que era el yate más grande del mundo, ya que puede albergar a 26 invitados y una tripulación de 63 personas.
En enero de 2011, el helicóptero del yate -que en ese entonces pertenecía a Allen- realizó un aterrizaje de emergencia en Usuahia. No obstante, ni Allen ni Bill Gates se encontraban en la embarcación.
En el helicóptero viajaban un piloto y un copiloto, quien resultó lastimado cuando el aparato bajó hasta las frías aguas de la turística bahía de Ushuaia. Ambos tripulantes, que no fueron identificados resultaron ilesos. Aún se desconoce las causas de la emergencia que los obligó a acuatizar.
El yate exploró la Antártida y ayudó a descubrir los restos de un buque de la Segunda Guerra mundial hundido en las Filipinas. Puede navegar a 35 kilómetros por hora y mide 126 metros de largo.