Argentina ha sido siempre un país de brazos abiertos, y por ello se requiere un sistema migratorio que distinga claramente entre los inmigrantes que cumplen con la ley y aquellos que no lo hacen. Este proyecto busca fortalecer la soberanía, el orden y la seguridad.
Los puntos principales de la propuesta son:
Se garantizan los mismos criterios y procedimientos de admisión vigentes únicamente a quienes se ajusten a la ley. Durante años, quienes intentaron ingresar al país de manera legal enfrentaron obstáculos burocráticos, mientras que otros ingresaron de forma irregular y accedieron a los mismos derechos y servicios que los ciudadanos.
Se establece un Procedimiento Migratorio Sumarísimo para acelerar la resolución de casos de inmigración irregular o de inmigrantes involucrados en delitos, facilitando que el proceso de expulsión sea rápido y efectivo. Actualmente, la expulsión de inmigrantes que cometen delitos resulta complicada, lo que genera su permanencia en el sistema penitenciario. Este proyecto pretende modificar esa situación.
Se crea la figura del avenimiento, que permitirá una salida voluntaria del país sin necesidad de juicio. Para inmigrantes con causas penales, el avenimiento facilita la expulsión voluntaria, extinguiendo así la acción penal en el país y restringiendo el reingreso según la gravedad del delito.
Se mantiene una política de reunificación familiar, permitiendo que los inmigrantes puedan reunirse con sus familiares bajo condiciones establecidas en la Constitución y en tratados internacionales.
Se garantiza el acceso a los mismos derechos y servicios a los inmigrantes que cumplan con los requisitos y trámites necesarios; no obstante, quienes estén en situación irregular no tendrán un acceso irrestricto a los servicios públicos.
El ingreso al país deberá realizarse por las vías correctas y siguiendo los procedimientos requeridos.