Becerra recordó que en esa embarcación “se trasladó el segundo grupo de inmigrantes italianos, en su mayoría mujeres y niños que se reencontraron con sus padres y esposos, quienes se habían aventurado un año antes al fin del mundo escapando de la Europa de la posguerra en busca de un futuro para sus familias”.
Luego mencionó que bajo la Presidencia de Juan Domingo Perón “con una mirada estratégica y geopolítica el Ministerio de Marina argentino firmó por ese entonces un contrato con la empresa constructora italiana Carlos Borsari que implicó la llegada a Ushuaia de constructores italianos, mano de obra calificada en distintos oficios junto a sus familias, materiales y máquinas”.
“En dos años se realizaron diversas obras, muchas de ellas perduran hasta nuestros días y permitieron el desarrollo y crecimiento de ese pequeño y próspero poblado que necesitaba expandirse y recibir nuevos habitantes”, destacó.
Entre otras iniciativas “se construyeron barrios de viviendas como Almirante Solier y Almirante Brown, se levantó un frigorífico, el matadero municipal y la usina hidroeléctrica en el río Olivia, se instaló una fábrica de madera terciada, se levantó la antigua capilla del barrio Solier conocido como Villaggio Vecchio, y se desarrollaron los barrios militares La Misión y Comandante Piedrabuena.
Por último, Becerra remarcó que “desde la gestión del intendente Walter Vuoto valorizamos la historia y el aporte cultural de los inmigrantes italianos en Ushuaia, y acompañamos y celebramos este sentido y maravilloso homenaje a esos niños y niñas, hombres y mujeres que se han arraigado y formado sus familias en nuestra ciudad contribuyendo al crecimiento de nuestra querida ciudad”.