Construyen en la Base Belgrano II el tercer módulo de hidroponía para alimentar mejor al personal.

La hidroponía en la Antártida continúa expandiéndose, ahora en la base Belgrano II, adonde llegaron los materiales del tercer módulo que implementa el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en el continente blanco.

El objetivo principal es mejorar los hábitos alimenticios del personal militar y científico que cumplen funciones en las bases antárticas, reduciendo al mínimo la ingesta de vegetales en conserva, una práctica común debido a las difíciles condiciones geográficas.

Durante la última Campaña Antártica de Verano (CAV 2023/24), el rompehielos ARA Almirante Irizar, descargó los elementos necesarios para la construcción del nuevo módulo de producción hidropónica en la base Belgrano II.

Este módulo se une a los ya existentes en las bases Marambio desde el año 2021 y Esperanza desde el 2023.

Aunque presenta características técnicas similares, está diseñado para atender a un menor número de personas.

La implementación de los módulos de hidroponía en la Antártida supone un avance significativo en la calidad de vida y la dieta del personal destinado en las bases.

Anteriormente, la ingesta de vegetales en conserva era la norma en estas condiciones extremas, pero ahora, gracias a esta tecnología, pueden disfrutar de vegetales frescos en una de las regiones más inhóspitas del planeta.

Además, el seguimiento y monitoreo de los módulos de hidroponía en la Antártida se lleva a cabo desde la base en Río Gallegos, mediante el módulo MAPHI X, que replica las características técnicas de los instalados en el continente blanco.

La palabra Hidroponía, deriva del griego “Hydro” (agua) y “Ponos” (labor o trabajo). Se llama hidroponía a lo referente a la agricultura sin suelo. Permite cultivar hortalizas en tubos redondos o cuadrados de PVC, utilizando agua con nutrientes sin ningún tipo de sustrato, es decir, la planta dispone directamente de los minerales que necesita para su crecimiento.