“Desgraciadamente se instalan conceptos como el de la batalla cultural, con una inusitada violencia contra la acción de la cultura como derecho y no estamos de acuerdo. Estamos seguros qué hay que dar debates y mejorar, pero ello no implica ir en contra de los logros y menos aún en ataque a nuestra propia cultura, que es el activo más importante que tenemos como argentinos”, enfatizó Cubino.
Asimismo, la funcionaria expresó que “creemos que la cultura es soberanía, especialmente en nuestra posición geográfica, política y económica provincial y regional. Pretendemos que se respete nuestra identidad fueguina y patagónica, que no se de pase libre a la expoliación de nuestros recursos naturales, económicos, sociales, políticos y mucho menos culturales”.
“Vemos con mucha preocupación el cuestionamiento a instituciones nacionales como el del Teatro (INT), de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), las bibliotecas populares y otros tantos organismos que han sido generados como herramientas donde se puede hacer una práctica federal; y si esto no fue así en otras gestiones, se deben revisar, no disolverlas o venderlas”, recalcó y dijo que “escuchamos con mucha atención las líneas programáticas que se proponen desde la Secretaría Nacional de Cultura, y esperamos coherencia entre el mensaje que escuchamos hoy y las acciones que se lleven adelante, deponiendo la actitud de permanente amenaza que viven hoy quienes forman parte del ecosistema cultural argentino”.
“Es necesario que quienes participamos en estos encuentros federales, donde representamos a nuestros ciudadanos y ciudadanas, seamos la voz de todas esas formas de organización, de los artistas, de los gestores culturales y de la industria cultural en alianza por ejemplo con el turismo, puesto que, en muchas provincias, se desarrolla una fortaleza enorme en el movimiento económico y que se ve diezmado con este tipo de políticas”, concluyó Cubino.
Durante la reunión del Consejo Federal de Cultura, los referentes provinciales repudiaron la violencia ejercida por la Policía de la Ciudad en una manifestación pacífica en las puertas del cine Gaumont, donde se protestaba por la baja de contratos y recortes en el presupuesto del INCAA a la vez que declaraciones sobre la venta de una sala tan importante para la producción audiovisual argentina.