El viaje de la Hilux al sexto continente comenzó en la planta de Toyota en Zárate, donde fue acondicionada por el equipo de Ingeniería de la compañía. Desde allí fue transportada en un camión de la Armada hasta el puerto de la Ciudad de Buenos Aires, donde embarcó en el buque ARA Canal de Beagle, para partir hacia Tierra del Fuego.
Luego fue embarcada nuevamente en el icónico rompehielos ARA Almirante Irizar, que todos los años realiza la compleja operación de abastecimiento en todas las bases argentinas de la Antártida. Casi un mes después, el domingo 3 de marzo a última hora del día, descendió del Irizar y completó el último trayecto hasta el muelle de la Base Petrel en un pontón de carga.
Apenas tocó suelo fue recibida con un caluroso aplauso por los habitantes de la isla Dundee donde se ubica la base.