Guarda playas no pudieron contener las hordas de turistas que se abalanzaron sobre la Bahía de Yorke, ni evitar escenas caóticas de los turistas acosando a los pingüinos Rey, en pleno cambio de plumaje, a lo largo de la línea de costa y de los médanos.
A las hordas de los turistas de cruceros también se los vio intentando arrear los pingüinos que intentaban llegar al mar o a sus nidos, y hasta algunos trataron de atraparlos y levantarlos.
Un operador de turistas dijo al Penguin News que el problema se vio exacerbado por el elevado número de turistas a quienes se les dijo en los cruceros que podían dirigirse desde Gypsy Cove hasta la Bahía Yorke, una vez finalizada la excursión que se les había programado. En efecto cientos de turistas, aprovechando el excelente clima, caminaron hasta la playa Yorke desde Gypsy Cove.
A partir de este episodio, se resolvió desde esta semana, reintroducir el sistema de temporadas anteriores de áreas acordonadas y señalizadas, junto a guarda playas para asegurar que la gente no se acerque demasiado a los pingüinos ni a sus pichones, ni tampoco se interpongan en el acceso al mar para todos los ejemplares de la vida silvestre en dicha playa.
En otras palabras los turistas tendrán oportunidad de ver y fotografiar los pingüinos, pero de forma controlada la cual se espera reduzca las posibilidades de que la colonia de pingüinos se reitre de la Bahía Yorke debido a la mayor interacción de los humanos.
Las autoridades argumentaron que la responsabilidad por la situación debe ser compartida, y que “era una situación lamentable, pero que se empeoró por el incremento de turistas, quienes fueron llevados hasta esa playa en autos y mini buses, y librados a circular, sin guías locales o de consejeros o debidamente instruidos y alertados”.
Penguin News