Antes de emprender su retorno, donde debía cruzar el paralelo 60°S, cruzar el Pasaje Drake y navegar por el Canal Beagle, la unidad llevó a cabo el cambio de guardia con el remolcador ATF-66 “Galvarino” de la Armada de Chile.
Durante la primera etapa, que comenzó el 15 de noviembre, el buque incursionó en bahías antárticas, donde reabasteció y proporcionó apoyo técnico a los equipos de comunicación (AIS) de la Base Antártica Conjunta Carlini. Además, realizó la evacuación de personal militar del Ejército Argentino con destino a la Base Antártica Conjunta Esperanza.
Concluido este movimiento, la unidad se dirigió hacia la zona de la bahía Discovery y luego a la base antártica chilena Presidente Eduardo Frei para trasladar personal científico y material de expedición antártica hacia la Base Pedro Vicente Maldonado, un centro de investigación antártica operado por Ecuador.
A continuación, el buque de la Armada Argentina se trasladó a la Base Científica Antártica Artigas para llevar al personal de la Armada Uruguaya a la Base Antártica Conjunta Esperanza. En esta última, se cargaron generadores portátiles y carga general para su transporte hacia la Base Antártica Conjunta Carlini, en colaboración con la Campaña de Verano 2023/2024, marcando así el inicio del repliegue hacia Ushuaia.
Concluida esta etapa como Buque de Servicio Antártico, el AVES continuará en Ushuaia con su misión como Buque de Apoyo Antártico, ante posibles casos de búsqueda y rescate en el mar, hasta el 23 de enero, cuando volverá al continente blanco a realizar la tercera etapa de la PANC que concluirá el 26 de febrero.
Bajo el comando del Capitán de Corbeta Arnaldo Gabriel Ozuna, el aviso -perteneciente al Comando Naval Anfibio y Logístico- cuenta con una dotación de 42 marinos, a los que se sumaron tripulantes del Servicio de Hidrografía Naval, Sanidad, Servicios, Meteorología y Buzos Salvamentistas como dotación complementaria, a fin de reforzar los servicios de la unidad y ofrecer mayor seguridad al desarrollo de las actividades de a bordo.
La misión de la Patrulla Antártica Naval Combinada, que se divide en cuatro etapas, ya sea como Buque de Servicio Antártico o como Buque de Apoyo Antártico, es brindar un servicio de búsqueda, rescate, salvamento marítimo, control y combate de la contaminación, con el propósito de otorgar seguridad a la navegación, a la vida humana en el mar y contribuir a mantener las aguas libres de contaminación, al Sur del paralelo 60ºS, en cumplimiento del Tratado Antártico.
Asimismo, durante su desarrollo se efectúa el apoyo a las bases antárticas; el traslado de personal y material; la inspección de buques naufragados; la apertura de bases antárticas de ambos países; como así también trabajos hidrográficos y de mantenimiento a la señalización marítima.
Estas patrullas contribuyen, además, a incrementar el nivel de adiestramiento de las unidades, y el apoyo a la comunidad científica para el estudio y preservación del medio ambiente y el ecosistema marino.